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lunes, 10 de agosto de 2020

"Tips" para escribir tu cuento

 

Escribir un cuento: tips

1. Céntrate en la acción

Piensa y recrea una anécdota. El cuento no es solo una anécdota, ya que cuenta una historia, pero la narración ha de estar más desarrollada que en la anécdota, y más condensada que en la novela: centrarse en lo que sucede, sin tiempo ni espacio para otras disertaciones.

 

En el cuento no hay lugar para largas descripciones o extensas divagaciones morales o psicológicas. Esto no quiere decir que el cuento tenga que ser simple y carecer de estos elementos. Pueden estar, pero en forma de subtexto, escondidas entre líneas o dichas directamente con las palabras justas. ¡Es todo cuestión de espacio!

 

Hace tiempo leí una frase que se me quedó grabada: una novela de ciencia ficción describe un mundo de ciencia ficción; un cuento de ciencia ficción narra hechos de ciencia ficción. Sin embargo, ambos subgéneros narrativos pueden hacernos reflexionar al leerlos.

 

2. No quieras abarcarlo todo

A veces pecamos de querer contar historias muy ambiciosas que no tienen cabida en un relato corto. Recuerda que el cuento, por lo general, debe ocurrir en un espacio de tiempo breve, tener pocos personajes principales (2 o 3 como mucho) y una localización principal. Si no logras adaptar tu historia a estas premisas, puede que estés ante una novela corta y no de un cuento corto.

 

3. Busca una idea y simplifícala

Toda idea puede simplificarse siempre, sólo hay que darle una vuelta. Por ejemplo, queremos contar la historia de un hombre que, tras pasarse muchos años dedicado a su trabajo, logró alcanzar el éxito profesional. Fue un tipo importante, ambicioso y que llegó a lo más alto, pero a costa de arriesgar su vida personal. Con el tiempo, cometió una serie de errores y se arruinó, dándose cuenta de lo que realmente era importante.

 

¿Se puede contar una historia así en apenas 750 palabras? Sí, pero solo si la simplificamos. Para ello, busquemos el instante con mayor fuerza, el momento de impacto de la historia, así sabremos dónde hay que centrarse. Yo creo que el punto álgido lo encontramos cuando se da cuenta de que se equivocó, por ello creo que deberíamos contar la historia cuando ya lo ha perdido todo.

 

Por ejemplo, Fulanito es un mendigo que cada mañana pide en una esquina del centro de la ciudad, en una zona de oficinas cerca de donde él trabajaba tiempo atrás. Los mismos ejecutivos entre los que él se incluía antes, son ahora los que le ignoran y pasan por su esquina sin mirarle.

Otro ejemplo: utilizar como disparador de ideas y rastreo de anécdotas para usar como base, en este caso para"Buenos Aires fantástica", postales históricas de nuestra localidad:

Recuerda, cuando tengas tu idea, desarrolla y  busca el impacto, el instante.

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