24 de abril
“Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos”, en conmemoración del genocidio de que fue víctima el pueblo armenio.
El Genocidio Armenio
fue el intento de exterminio sistemático del pueblo armenio perpetrado por el
gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio Otomano entre 1915 y 1923, fruto
de un nacionalismo que recrudecía con escaladas cada vez más violentas. Si bien
se registran matanzas previas, fue el 24 de abril de 1915 cuando las
autoridades otomanas asesinaron a unos 250 intelectuales y líderes armenios en
Constantinopla.
Se estima que más de
un millón y medio de armenios, y en menor cantidad, asirios y griegos, fueron
asesinados sistemáticamente mediante, entre otros métodos, la deportación
masiva que obligó a caminatas forzadas a través del desierto sirio, donde
sufrieron torturas, violaciones y desnutrición.
LA ONU Y LA CONVENCIÓN SOBRE
GENOCIDIO
En 1948 Naciones
Unidas dicta la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio, estableciendo que “el genocidio es un delito de derecho
internacional contrario al espíritu y a los fines de las Naciones Unidas y que
el mundo civilizado condena”.
La Convención,
actualmente ratificada por más de 130 Estados, entiende por genocidio aquellos
actos “perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente,
a un grupo nacional, étnico, racial o religioso (…): a. matanza de miembros del
grupo, b. lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del
grupo, c. sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que
hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial, d. medidas destinadas
a impedir los nacimientos en el seno del grupo d. traslado por fuerza de niños
del grupo a otro grupo”. La Convención no sólo castiga el genocidio, sino
también la asociación para cometerlo, la instigación directa y pública, la
tentativa y la complicidad en el genocidio.
EN ARGENTINA
Argentina fue uno de
los primeros países en reconocerlo. En 1987 el por entonces presidente Raúl
Alfonsín realizó un reconocimiento público ante representantes de la colectividad
armenia: “Sé muy bien que sus padres, sus abuelos, a lo mejor ustedes
mismos, han llegado a nuestra tierra empujados por acontecimientos dolorosos,
en momentos durísimos, quizás de los más duros que ha debido sufrir un pueblo
todo, como fue el genocidio de 1915”.
En 2007, la ley 26.199
instituyó el 24 de abril como fecha simbólica para la conmemoración del
genocidio de los armenios “con el espíritu de que su memoria sea una
lección permanente sobre los pasos del presente y las metas de nuestro futuro”.
EL ARTE COMO INSTRUMENTO DE
REPARACIÓN
“Murales” es un proyecto realizado por a los alumnos de
6to año del Colegio Armenio Jrimian, (ubicado en Valentín Alsina, zona sur del
Gran Buenos Aires) que consiste en dar a conocer y recrear obras de arte del
acervo cultural universal. Con esta premisa, los alumnos realizan
intervenciones en los muros exteriores del colegio y algunas en las casas
vecinas del barrio.
La institución fue
creada en 1930, como otras tantas instituciones armenias, frente a la necesidad
de los refugiados armenios de tener un lugar donde reunirse y resguardar los
valores y la cultura de su pueblo.
“Fue
la resistencia a la adversidad, la resiliencia, la pulsión de vida que logró el
desarrollo cultural de los sobrevivientes del Genocidio Armenio, reparando sus
historias de sufrimientos y necesidades”,
explicó Liliana Karagumechian, directora del Espacio Cultural de la Asociación
Cultural Armenia donde se presenta la muestra. “La reparación en muchos
casos ha sido impulsada por el arte”, continúa Karagumechian haciendo
referencia a la obra “El artista y su madre” de Arshile Gorky,
quien junto a sus hermanas y compatriotas huyó en 1915, perdiendo a su
madre en el trayecto.
Es reiterada y reconocida la función reparadora del arte, en situaciones de tragedias, pérdidas, intolerancia y cualquier herida a la humanidad. Sin ir más lejos, mirando a nuestro alrededor es imposible no encontrar interminables ejemplos de ello: